Nuestra mente. Nuestra capacidad para analizar y discernir. Nuestro habla, nuestra oratoria, los viajes, el aprendizaje, los hermanos, la inteligencia, nuestra capacidad de escritura, nuestro pensamiento, la memoria, el sentido común, los pulmones, enfermedades respiratorias, la voz, las palabras, el enlace entre emoción y raciocinio. En definitiva, nuestra capacidad de entender y hacernos entender.
Hermes era el dios mensajero del comercio, los viajes, la picaresca. Cuando Perséfone fue raptada por Hades, él fue el encargado de viajar al Inframundo para volver a traer a la muchacha de vuelta. Esta simbología se puede interpretar como que nuestro Mercurio hace de enlace entre nuestros sentimientos (Luna/Deméter) y nuestro inconsciente (Plutón/Hades).
Según en el signo en el que se halle, así será su expresión. Desde luego, aunque en Virgo sea su domicilio/exaltación, donde mejor se encuentra es en los signos de aire.
En su lado negativo, Mercurio representa nuestro lado egoísta, si está afligido o mal aspectado es posible que tendamos a usar o utilizar con fines ulteriores la casa en donde se encuentre. Por ejemplo, un Mercurio en casa XI tiende a ser un amigo convenido, así como a asociarse a amigos convenidos.
En su lado positivo, da lazos mentales, aficiones y uniones flexibles y armónicas.
viernes, 14 de junio de 2013
jueves, 13 de junio de 2013
Casa XII
La casa XII es la más complicada, porque abarca situaciones y sentimientos que escapan a la persona. Son hechos kármicos, que tienen su aquel en las raíces familiares, en los ancestros, en nuestros genes.
También implica la vida uterina, la vida pasada, el inconsciente colectivo y el inconsciente propio, la soledad y también, una consciencia elevada. No en vano, es la casa asociada a la energía del arquetipo de Piscis.
También son las pruebas, los enemigos ocultos, las limitaciones, las enfermedades psicosomáticas, pero no para pagar un mal karma, como se tiende a creer, sino precisamente para aprender y evolucionar, tanto nuestra conciencia tanto nuestra alma.
Tengo comprobado que las personas con una casa XII muy marcada tienen una sensibilidad y una compasión que no conoce límites. Se desarrolla una hipersensibilidad al ambiente, al sufrimiento, una sobre-empatía que acaba resultando muy perjudicial si no se saben poner límites, entre nuestros propios sentimientos y las emanaciones de las personas que están por nuestro lado, o incluso de los lugares mismos. Para ésto, es muy importante intentar forjarse una personalidad firme y estable, ya que esta casa tiende a envolver a los planetas que haya en ella con la típica energía pisciniana, inseguridad, inconsistencia, ingenuidad, compasión, etc.
Cualquier planeta ubicado en esta casa, en especial el Sol y la Luna, habla de las carencias o de los problemas de la infancia, por lo que es importante que el nativo empiece a cuidar al niño malherido que aún tiene dentro.
lunes, 10 de junio de 2013
La Luna
La Luna es nuestro inconsciente, nuestra respuesta primitiva, nuestro pasado, nuestro instinto. Nos hace fluctuantes, melancólicos, desequilibrados, apegados si está mal aspectada. Representa a nuestra madre, nuestra infancia, nuestro inconsciente, la gente, los sueños, la intuición, los símbolos, la mujer, la menstruación, lo frágil, lo sensible de nuestra psique, nuestro lado animal. Es la madre y el bebé; es Deméter y Perséfone. Es cuidar y ser cuidado. Son las emociones más subterráneas, lo que se nos vedó en la infancia o los complejos que venimos arrastrando. Es la enfermedad psicótica, la compasión, la empatía, la sensibilidad, la hipertrofia del ego, la introspección, la magia y la imaginación simbólica.
En la mitología griega, dos eran sus diosas.
Artemisa, diosa virgen de la caza, la gran hermana, la cazadora, la del arco y la flecha. Decidida, intuitiva, femenina y feminista.
Hécate, diosa parte de la Triplicidad. Sabia, madura, conocedora de la parte oscura del alma, clarividente.
Es posible que estos dos arquetipos simbolizan a una luna bien ubicada y aspectada (en la carta de una mujer).
La Luna siempre nos tira hacia al pasado, hacia las raíces. Hunde en lo más profundo asuntos pendientes y hace que el resorte se active primariamente cuando algo lo roza.
Los aspectos que haga implicarán cómo siente y es la persona por dentro, sus laberintos internos. Y la casa, en dónde se halla su templo de paz interior, en qué lugar se refugia para sentirse protegido y acunado en su fluir universal.
Una Luna se desarrollará según el signo en el que se halle (decidida, introspectiva, social o estable). Para superar una Luna, hay que ahondar en el inconsciente, en la infancia y en las raíces. La meditación para aprender a dominar un interior bullicioso también será provechoso.
Aprender a sentir, sin otras distorsiones; aprender a cuidar y ser cuidado,y a trascender las limitaciones impuestas por el inconsciente, es uno de los caminos de la Luna.
El Sol
El Sol es la estrella central de nuestro sistema. Alrededor de él los planetas orbitan, por su fuerza gravitacional. En nuestro planeta, dependemos de él para la vida. Algo parecido sucede en una carta astral. El Sol es la esencia, el centro de nuestro sistema, el camino que debemos recorrer para obtener nuestro propio Grial.
Dependiendo del signo en el que se encuentre, nuestra esencia tenderá hacia "los otros" como ocurre con el Sol en Libra, o hacia los logros de uno mismo, como ocurre con su signo opuesto, Aries.
El Sol nos pide brillar, es la individualidad. Según la casa donde se halle, así se enfocará para brillar en una u otra área. En la casa I, encontrará el camino para brillar en su misma salsa, siendo él mismo, auténtico, dejando su huella impresa en cada momento de su vida. Sin embargo, en la casa VII estará destinado a brillar para los otros, encontrará su felicidad al lado de una pareja y haciéndola brillar.
El Sol recorre un laberinto en forma de pruebas o facilidades -según los aspectos que haga- en busca de su verdadera esencia, que viene dado por su signo. A las personas que les cuesta brillar es posible que tengan aspectos duros a su Sol por parte de Saturno.
El Sol pide integrar a la conciencia los aspectos que tenga para poder brillar, ya que no sólo somos la energía en la que se halle, sino que también tenemos en nuestra psique los aspectos que haga (conjunciones, cuadraturas, oposiciones, trinos y sextiles).
Dependiendo del signo en el que se encuentre, nuestra esencia tenderá hacia "los otros" como ocurre con el Sol en Libra, o hacia los logros de uno mismo, como ocurre con su signo opuesto, Aries.
El Sol nos pide brillar, es la individualidad. Según la casa donde se halle, así se enfocará para brillar en una u otra área. En la casa I, encontrará el camino para brillar en su misma salsa, siendo él mismo, auténtico, dejando su huella impresa en cada momento de su vida. Sin embargo, en la casa VII estará destinado a brillar para los otros, encontrará su felicidad al lado de una pareja y haciéndola brillar.
El Sol recorre un laberinto en forma de pruebas o facilidades -según los aspectos que haga- en busca de su verdadera esencia, que viene dado por su signo. A las personas que les cuesta brillar es posible que tengan aspectos duros a su Sol por parte de Saturno.
El Sol pide integrar a la conciencia los aspectos que tenga para poder brillar, ya que no sólo somos la energía en la que se halle, sino que también tenemos en nuestra psique los aspectos que haga (conjunciones, cuadraturas, oposiciones, trinos y sextiles).
domingo, 9 de junio de 2013
Ascendente en Escorpio
Tal vez la única característica física que los delata es su mirada. Pero no siempre. Fíjate cuando algo les gusta especialmente; o cuando algo les disgusta. Cuando prestan atención a una persona, un objeto o a una situación. Cuando algo capta el interés de un ascendente escorpiano su mirada se vuelve como el puntero láser de un arma de fuego.
Pueden tener los ojos claros, oscuros, pequeños o grandes, pero la intensidad de su mirada cuando algo les despierta alertas, ya sea por deseo o por prevención, es tan magnética y eléctrica que no deja indiferente a nadie. Uno de los ascendentes más duros, sólo igualado por el de Capricornio, el escorpiano pone en la vida de la persona situaciones precisamente escorpianas, para que éste tome conciencia de su propia energía plutoniana y la integre. Situaciones de envidia, de dramas de poder, de tabúes, de miedo a salir a la superficie, resistencia a los cambios. Es muy habitual con esta posición haber vivido con un miembro de la familia al que causábamos envidia, generalmente, el progenitor del mismo sexo. Tal vez envidie las facilidades y libertades que nuestra generación ha gozado. O la juventud y belleza de la hija en caso de la madre, o el triunfo en el trabajo, en el caso del padre.
Es muy típico con este ascendente haber presenciado situaciones escorpiana en la temprana infancia (peleas de los padres, situaciones hostiles) y la persona aprende a esconderse dentro de su máscara, poniendo distancias entre él y las personas y el entorno mismo. Son nativos que necesitan evaluar y llevar a cabo una estrategia en el arte de desenvolverse en la vida,la cual miran como si efectivamente de un campo de batalla se librara. Si la persona no aprende a incorporar las cualidades escorpianas corre el riesgo de sumirse en una depresión donde es manejado a voluntad por los que le rodean, ya que son personas que emanan poder y magnetismo, cualidades codiciadas por básicamente todo humano.
Necesitan desfogar estrés y agresividad con ejercicio físico. Llegará un momento en sus vidas en que el rencor por situaciones pasadas deberá ser sanado, parte importantísima si se quiere evolucionar. Recordemos que el signo de escorpión tiene varias imágenes.
El escorpión. Sujeto a instintos y pasiones. No puede evitar picar porque está en su naturaleza.
La serpiente. Sabia y poderosa, con control sobre su picadura que no dudará en inyectar veneno si se siente acosada o amenazada.
El águila. Vuela en el cielo ajeno a los demás. Está por encima de las peleas del ego.
El fénix. Siempre presente, es la esencia de este signo. Transformación, renovación a través del sufrimiento y la muerte.
Si un ascendente escorpiano no aprende a perdonar, a asumir el pasado y a no esperar resarcimiento alguno ni por la vida misma ni por sus agresores, y no deja ir sus deseos de venganza, no evolucionará más allá del animal escorpión. Para perdonar es indispensable asumir y aceptar, tanto el pasado, como la realidad de nosotros mismos. Aceptar que tal vez no tengamos todo el poder ni todo el veneno que nos gustaría. Aceptar que podemos ser frágiles, que podemos tener envidia, que los instintos primarios, que el ego, nos pueden controlar más de lo que nos gustaría.
Este ascendente pide también incorporar a nuestro descendente Tauro. Vivir más la vida despreocupadamente, buscar estabilidad emocional con nosotros mismos y hallar y hacer lo que nos dé felicidad.
Como todo signo de agua, el agua misma nos vendrá muy bien para descargar emociones negativas.
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